Testimonios
Hay equipo
Mi nombre es Galo y la Parashá que voy a leer se llama Vaiakei.
Es un relato acerca de distintos episodios y acontecimientos: en primer término el armado del Mishkán, por otra parte el pedido de Moshé acerca del origen de los materiales, y su deseo que sean donados por el pueblo, quien respondió inmediatamente a su pedido, dándole los materiales (broches, aros, sortijas, brazaletes, elementos de oro, etc).
Los príncipes de cada tribu contribuyeron trayendo piedras de ónix y otras piedras preciosas para engarzar el EFOD y el PECTORAL, de la vestimenta del Sumo Sacerdote. Moshé informó que Hashem había designado a Betzalel, de la tribu de Iehudá, como supervisor de la construcción, por su sabiduría y experiencia. Su ayudante, Oholiab, de la tribu de Dan, era experto en esculturas y obras de arte. De esta manera comenzó la construcción del MISHKAN. Una de las enseñanzas que me dejó esta Parashá es que el trabajo en equipo rinde sus frutos por sobre el trabajo individual. Un ejemplo de esto es cuando la selección Argentina juega en equipo, tiran todos para el mismo lado y la recompensa es el éxito grupal y no individual.