PARASHAT BALAK

Reflexión de nuestro Seminarista Brian Menes Wainstein.

¿Cómo nos afectan las maldiciones? La Parashá de esta semana nos habla de la contratación de Bilam, «el hechicero», para maldecir al Pueblo de Israel.

Los enemigos de nuestro pueblo, quienes lo convocaron, pensaban que con una maldición iban a poder destruir al pueblo y, de ese modo, quedarse con la batalla. Pero, al momento de maldecir D´s cambia la maldición por bendiciones para el pueblo. Es de ahí que viene el «Ma tovu ohaleja Iaakov… Qué buenas son tus tiendas, Oh Iaakov, tus moradas, Oh Israel”. Esta es la primera plegaria que decimos al entrar a la sinagoga.

¿Cuál es el significado de esta bendición? ¿Qué es exactamente lo que vio Bilam? En verdad, esta plegaria tiene muchas dimensiones. Una de ellas es que Bilam se asombró por la santidad de la vida familiar judía, que se ponía en evidencia por la manera en que se ubicaban las tiendas del pueblo judío.

Esta maldición que se convierte en bendición, que nos cuenta Parashat Balak, nos remarca la importancia de la continuidad de nuestro pueblo y del hogar como contención familiar. Al referirse a las moradas, se refiere a cada hogar donde se viva y se respire el judaísmo.

La Bendición de Bilam es un llamado a comprometernos con la continuidad del pueblo judío, a partir de tener una vida judía activa.

Desde el Centro Hebreo Ioná, te invitamos a vivir tu judaísmo en tu hogar, que también es nuestra Comunidad.

¡Shabat Shalom!

Mirá la parashá completa desde aquí: https://youtu.be/KKrg4jxMLUI